Atlas, Loeb y extraterrestres por Eloy Vallina

Por petición popular, he analizado el paper de Avi Loeb sobre el cometa interestelar 3I/ATLAS, tras ver titulares alarmistas que hablan de hostilidad, ataque inminente y procedencia alienígena. Paper original de Avi Loeb

Quiero destacar tres puntos clave que desmontan estas ideas, con referencias exactas a las páginas del paper y análisis técnico detallado, incluyendo cálculos propios:

Resumen rápido de los 3 puntos (con referencias a páginas):

1. Magnitud y contexto de la aceleración no gravitacional (página 6).

2. Imposibilidad de explicar la aceleración solo por presión de radiación solar dada la masa y tamaño estimados (páginas 7-8).

3. El paso detrás del Sol en el perihelio dificulta observación, pero no implica maniobras ocultas ni hostiles (página 10).

Desarrollo detallado con cálculos y análisis.

Punto 1: Magnitud y contexto de la aceleración no gravitacional (pág. 6)

El objeto presenta una aceleración radial adicional a la gravitacional, medida en:

a_ng = 4.9 x 10^-6 metros por segundo al cuadrado

Para comparar, calculamos la aceleración gravitacional solar en el perihelio, a una distancia de:

r = 0.25 ua = 0.25 x 1.5 x 10^11 = 3.75 x 10^10 metros. (En astronomía es una práctica habitual hacer la comparativa con la aceleración en el perihelio por ser el punto de mayor aceleración)

La aceleración gravitacional se calcula como:

a_g = (G x M_solar) / r^2

Donde: G = 6.678 x 10^-11 M_solar = 1.999 x 10^30

Entonces:

a_g = (6.678 x 10^-11 x 1.999 x 10^30) / (3.75 x 10^10)^2 = 0.095 m/s^2

Y la proporción entre la aceleración no gravitacional y la solar es:

a_ng / a_g = (4.9 x 10^-6) / 0.095 ≈ 5.2 x 10^-5

Lo que indica que esta aceleración adicional es muy pequeña, apenas unas diezmilésimas de la aceleración solar. Es compatible con fenómenos naturales sutiles o incertidumbres observacionales. (Imagen 2, gráfica.)

Punto 2: Evaluación de la presión de radiación solar (páginas 7-8)

La presión de radiación solar a 0.25 ua se calcula con:

P = (L_solar) / (4 x pi x r^2 x c)

Donde: L_solar = 3.828 x 10^26 W c = 3 x 10^8 m/s

Entonces:

P = (3.828 x 10^26) / (4 x pi x (3.75 x 10^10)^2 x 3 x 10^8) ≈ 7.2 x 10^-6 N/m^2

La aceleración inducida por esta presión es:

a = P / sigma

Donde sigma = m / A es la masa por unidad de área. Por tanto:

sigma = P / a_ng = 7.2 x 10^-6 / 4.9 x 10^-6 ≈ 1.47 kg/m^2

Este valor es extremadamente bajo, similar al de una vela solar. No encaja con la densidad de un cuerpo rocoso de cientos de metros, como sugiere la observación. Por tanto, la presión solar no basta para justificar la aceleración si el objeto es natural. Sin embargo la evolución del cometa presenta variaciones en el número y forma de la coma. Las colas del cometa, de radiación solar y de presión, varían con el tiempo pudiendo aportar ímpetu en la dirección radial y en otra aleatoria al ser aportes de fuerzas no conservativas.

Punto 3: Ocultación tras el Sol en el perihelio (pág. 10)

En su perihelio el 29 de octubre de 2025, el cometa 3I/ATLAS pasará por detrás del Sol respecto a la Tierra, lo que impide su observación durante un breve periodo.

Este hecho natural no implica que esté haciendo maniobras, ni que se trate de un objeto hostil. Simplemente es un efecto orbital. Loeb no manifiesta en su artículo que la nave ha decidido esa ubicación para hacer un cambio de rumbo sin que nuestros astrónomos lo vean como se ha leído en los medios de comunicación. Pero sí sugiere que ese sería un buen lugar y momento para hacerlo. Por lo visto en el punto 1, ese punto de la órbita es el más adecuado para hacer un cambio orbital asistido por la máxima aceleración de la función de órbita.

Resumen y conclusión

Aunque al principio del paper, habla de una nave inteligente, expresa que lo hace de forma pedagógica, después, el paper de Loeb analiza una aceleración pequeña y no explicada aún, pero en ningún momento sugiere una amenaza, ni un ataque, ni origen extraterrestre hostil.

Los titulares que afirman esas cosas no tienen ninguna base en el paper.

La aceleración medida es real pero débil.

La presión solar no puede explicarla para un cuerpo natural típico. Pero no se descartan otras fuentes no conservativas.

El paso tras el Sol es un fenómeno astronómico común y sin implicaciones siniestras.